Los alumnos de Zúrich convierten su escuela en una solución de iluminación LEDCity

Con nuestro apoyo, los alumnos de primaria y secundaria de la escuela privada Delta School de Zúrich están cambiando sus aulas por nuestra iluminación de bajo consumo controlada por sensores. La protección del clima en la vida cotidiana también puede ser divertida.

Desde hace casi 25 años, la Escuela Delta adopta un enfoque ligeramente diferente. Desde hace algunos años, la escuela pública de Zúrich enseña en grupos de edades mixtas y se esfuerza por preparar a sus alumnos para las exigencias reales de la vida y los retos del siglo XXI. Es lógico que el tema de la sostenibilidad ocupe un lugar central en la vida escolar cotidiana. Y aunque la Escuela Delta y nosotros tenemos competencias básicas diferentes, perseguimos un objetivo común: contrarrestar el cambio climático con planteamientos extraordinarios. Así que era obvio que no queríamos «sólo» reequipar la Escuela Delta, sino ofrecer un valor añadido aún mayor a los alumnos.

Nuestro asesor de ventas Yves Jungo visitó la Escuela Delta por este asunto tan cercano a su corazón. Aunque forma parte de la rutina diaria de Yves familiarizar a los clientes con nuestro sistema de iluminación LED, la visita a la Escuela Delta era un reto diferente para él. El objetivo era enseñar a los niños y jóvenes a tener una visión de conjunto y a pensar con originalidad. En dos unidades didácticas, los alumnos aprendieron temas como la electricidad, la eficiencia energética, la sociedad de los 2000 vatios y las medidas de ahorro energético. Pero no se trató sólo de teoría: los alumnos pudieron conocer las tecnologías innovadoras y respetuosas con el clima que ofrece hoy nuestro sistema de iluminación controlado por sensores. Juntos contaron los tubos fluorescentes de las aulas, aprendieron cómo se calcula el consumo eléctrico y descubrieron el funcionamiento interno de las lámparas existentes. «Si se puede enseñar a los niños la importancia de conservar nuestros recursos, y en particular el recurso «invisible» de la electricidad, se contribuye en gran medida a un futuro más ecológico», afirma Yves, de nuestro equipo de ventas.

Los alumnos pasean ahora por su escuela con la conciencia tranquila y un sentimiento de alegría: Hemos hecho algo por un futuro energéticamente eficiente. Y funciona Siguen probando las fuentes de luz, caminando de derecha a izquierda y observando cómo la luz les sigue y sólo brilla donde están ellos. Miran al techo una y otra vez con orgullo y están fascinados por lo que ahora es posible con la tecnología, los sensores y los algoritmos más avanzados, sobre todo por la cantidad de energía que se puede ahorrar con una conversión tan sencilla. Cuando calculó las cifras reales, Céline (15) dijo que había calculado mal: «No creo que sea posible. ¿Realmente ahorramos 60 francos por bombilla al año?».