Sociedad de 2000 vatios en 2050: debemos ahorrar electricidad, pero ¿cómo?

«Por favor, cierra el grifo cuando te laves los dientes» o «Por favor, apaga la luz cuando salgas de la habitación». ¿Quién no ha oído alguna vez estas frases? Desde la infancia se nos enseña a utilizar con moderación los recursos limitados. Y aunque este consejo es bienintencionado, dista mucho de ser suficiente para afrontar los retos actuales del cambio climático. A pesar de los acuerdos sobre el clima y los programas de apoyo de los gobiernos, la demanda mundial de energía sigue aumentando. ¿Cómo puede el sector de la iluminación contribuir de forma constructiva a gestionar la transición energética y preservar el planeta para las generaciones futuras?

El término «eficiencia energética» desempeña un papel importante en este debate. A grandes rasgos, describe la relación entre beneficio y aporte energético, por ejemplo en el suministro de luz. Siempre se aplica el siguiente principio: cuanta menos energía se necesita para lograr el resultado deseado, más eficiente es un servicio o producto desde el punto de vista energético.

En una época de transición energética, la eficiencia energética es un pilar fundamental que, junto con la reducción de las necesidades absolutas de energía, contribuye a proteger el medio ambiente. El uso y la conversión de la energía siempre producen contaminantes que ensucian el clima, el aire, el agua y el suelo. Por eso, muchos países del mundo han desarrollado en los últimos años conceptos energéticos que pretenden, entre otras cosas, reducir significativamente el consumo de electricidad.

El elevado consumo de energía está pasando factura al medio ambiente y desequilibrando cada vez más el clima. Está demostrado desde hace tiempo que el uso de combustibles fósiles acelera el cambio climático. En realidad, el consumo de energía debería reducirse, pero últimamente ocurre lo contrario. Sin embargo, el elevado consumo de energía no sólo perjudica a nuestro medio ambiente: también lo notamos directamente en nuestro bolsillo. Por eso, si adoptamos aparatos y tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético, todos saldremos beneficiados: reduciremos nuestro impacto negativo en el medio ambiente y nos beneficiaremos al mismo tiempo de un menor consumo de energía.

La pregunta de todas las preguntas es ésta: ¿Cuánta energía puede consumir cada persona para no destruir la Tierra? Y : ¿Cómo se puede reducir la demanda de energía y qué medidas políticas y jurídicas hay que tomar para garantizar un desarrollo sostenible? En Suiza se desarrolló a principios de los años 90 un modelo de política energética muy interesante: la sociedad de los 2000 vatios.

Este modelo, desarrollado por la ETH de Zúrich, analizaba la cuestión de cuánta energía puede consumir de media cada persona para frenar el calentamiento global y utilizar de forma responsable nuestros limitados recursos. Los científicos llegaron a una cifra clara: 2000 vatios, la cantidad media de energía que cada persona del mundo puede consumir al año para garantizar que el clima no se caliente más de 2ºC.

La última vez que existió una sociedad de 2000 vatios en Suiza fue en 1960. Desde entonces, el consumo de energía ha aumentado rápidamente. En Alemania, Austria y Suiza vivimos actualmente en una «sociedad de 6.500 vatios». Esto significa que consumimos más del triple de lo que el clima puede tolerar a largo plazo, el triple de lo que nos corresponde. Esta evolución ha ido de la mano del deseo de un estilo de vida más elevado, un consumo cada vez mayor de productos de moda, comidas exóticas, casas más grandes y desplazamientos más largos al trabajo. Afortunadamente, el consumo total de energía vuelve a descender lentamente, pero aún estamos muy lejos del nivel ideal.

La buena noticia, sin embargo, es que una sociedad de 2000 vatios es alcanzable incluso en el mundoactual. Investigadores de la ETH han descubierto recientemente que los habitantes de los países industrializados también pueden reducir su consumo de energía en dos tercios sin tener que aceptar una gran pérdida de confort, si así lo desean.

En Suiza existe la etiqueta «Zonas de 2000 vatios», y ya se han certificado 39 proyectos. Un emplazamiento de 2000 vatios cumple los valores objetivo de la sociedad de los 2000 vatios. Sin embargo, la forma de alcanzar estos objetivos se define con relativa libertad, por lo que ofrece margen de maniobra, tanto para los residentes como para los planificadores y financieros. En la región de Zúrich, la sociedad de los 2000 vatios será una realidad en 2050. Sin embargo, para alcanzar un objetivo tan ambicioso es necesaria una buena interacción entre la reducción del consumo de energía y el aumento de la eficiencia energética a través de las nuevas tecnologías. Las innovaciones en este campo están desempeñando un papel decisivo. En el sector de la iluminación, la moderna tecnología de sensores es una piedra angular importante.

Cuando se trata de tecnologías energéticamente eficientes, el sector de la iluminación desempeña un papel fundamental. Consumimos unos 8.300 millones de kWh al año en iluminación artificial en edificios residenciales, industriales, comerciales y de servicios, así como en calles y plazas. El consumo de energía en oficinas y edificios comerciales también es muy elevado. Además, el 40% de los gastos de electricidad en este sector se deben a la iluminación. En consecuencia, aquí hay un enorme potencial para soluciones modernas y eficientes desde el punto de vista energético.

Una gran parte de la energía consumida ya puede ahorrarse gracias al avance técnico de los tubos fluorescentes convencionales a los modernos tubos LED. Aún más eficientes energéticamente son los sistemas de iluminación inteligentes que controlan la luz según las necesidades. Los sistemas de iluminación controlados por sensores, por ejemplo, ofrecen un enfoque innovador de la iluminación energéticamente eficiente. Con ayuda de esta tecnología, la start-up zuriquesa LEDCity quiere contribuir a la realización de la sociedad de los 2000 vatios. El objetivo declarado es haber ahorrado la producción de electricidad de toda una central nuclear utilizando los productos de LEDCity diez años después de su fundación (es decir, en 2027). ¿Qué significa esto concretamente?

Pero también existe una segunda dimensión con un enorme potencial cuando hablamos de iluminación: si nos fijamos en la fórmula para calcular el consumo de energía, veremos que no sólo la potencia (P), sino también el factor tiempo influyen de forma decisiva en el consumo total de energía: E = P ∗ t.

¿Qué significa esto para el consumo de energía? Las fuentes de luz LED son cada vez más populares desde hace muchos años, ya que son mucho más económicas en términos de consumo de energía que los tubos fluorescentes convencionales. Sin embargo, este desarrollo en la eficiencia de las fuentes de luz tiene sus límites. Con la tecnología actual, ya no es posible reducir significativamente el consumo eléctrico. Sin embargo, donde todavía hay un potencial considerable, y al que se ha prestado poca atención en desarrollos anteriores, es el tiempo de funcionamiento (t).

Los productos actuales de «iluminación inteligente» se basan cada vez más en LED con detectores de movimiento clásicos para reducir el consumo de energía y se denominan «inteligentes» sobre todo porque suelen funcionar de forma inalámbrica. En la práctica, sin embargo, los detectores de movimiento no suelen tener mucho sentido en los edificios comerciales hoy en día, ya que las lámparas se encienden a plena intensidad desde el primer movimiento detectado hasta que la última persona abandona el edificio por la noche. Además, los detectores de movimiento individuales suelen controlar grandes grupos de lámparas y, por tanto, iluminan grandes zonas que en realidad no necesitan estar iluminadas en absoluto. Por regla general, la luz no se necesita todo el tiempo, y normalmente no a plena potencia. Las lámparas LEDCity, por ejemplo, combinan las posibilidades técnicas de los LED con diversos sensores y algoritmos inteligentes. Esto significa que se puede tener en cuenta tanto el factor tiempo como la luz diurna disponible. Como las propias fuentes de luz reconocen cuándo, dónde y cuánta luz se necesita, el consumo de energía puede minimizarse de forma impresionante. La mayoría de los sistemas de este tipo permiten ahorrar entre un 80 % y un 90 %, y a menudo incluso más.

Sin embargo, la protección del medio ambiente en el sector de la iluminación no consiste sólo en ahorrar energía. Hay que elegir una solución sostenible ya desde la fabricación de los tubos: Las fuentes de luz de LEDCity están hechas de aluminio, que no sólo es un buen material, sino también reciclable y, por tanto, mucho más respetuoso con el medio ambiente que muchas alternativas. Así, un tubo LED de alta calidad puede brillar hasta 100.000 horas. Así que si opta por la calidad, una solución de este tipo le ofrece un sistema impecable que apenas requiere mantenimiento y funciona de forma fiable durante años. Aunque la tendencia actual es hacia luminarias LED completas, la empresa de Zúrich apuesta por un sistema modular con un estándar independiente del fabricante que garantiza la fácil sustitución de los componentes individuales. De este modo, el equilibrio ecológico puede mejorarse considerablemente una vez más.

Es crucial que en el futuro se recurra más a estos sistemas energéticamente eficientes y respetuosos con el medio ambiente: En Suiza, alrededor del 12% del consumo total de electricidad se destina actualmente a la iluminación. Esto debe reducirse, y puede hacerse fácilmente. La solución aquí descrita es un muy buen ejemplo de las posibilidades técnicas actuales. LEDCity se ha comprometido a contribuir a reducir el consumo de energía para iluminación en un 80% para 2027, en comparación con el consumo anual del año en que se fundó la empresa. Es un objetivo ambicioso, pero también de gran importancia si queremos alcanzar la meta de una sociedad de 2000 vatios en 2050.

¿Tiene un proyecto de conversión en el que le gustaría que le apoyáramos? Estaremos encantados de hablar personalmente con usted sobre las posibles opciones y presentarle nuestra gama de productos para que juntos podamos contribuir a alcanzar la sociedad de los 2000 vatios en un futuro próximo. Estaremos encantados de presentarle un presupuesto sin compromiso.